La torre Windsor

LA TORRE WINDSOR
La torre Windsor fue uno de los primeros rascacielos inteligentes construidos en Madrid. Tenía 106 metros de altura y 32 plantas, y estaba situado en pleno centro financiero de la ciudad, en la zona de AZCA. Propiedad de la sociedad Asón Inmobiliaria de Arriendos controlada por El Corte Inglés, y su nombre provenía del de una famosa discoteca con forma de auditorio situada en sus bajos, Windsor. En la Torre Windsor estaba situada la central en españa de Deloitte donde trabajan sus más de 1.200 empleados y tres departamentos del despacho de abogados Garrigues. Su construcción comenzó en 1973 y terminó en 1979, siendo sus autores los arquitectos del estudio Alas y Casariego: Pedro Casariego Hernández Vaquero, Luis Alemany Indarte, Rafael Alemany Indarte, Ignacio Ferrero Ruiz de la Prada, Genaro Alas Rodríguez, Manuel del Río Martínez y Miguel Ángel Rodríguez Torices Sanz. El proyecto inicial contemplaba una torre de oficinas y una base que contaría con salas de espectáculos, locales comerciales y sótanos para aparcamientos. En su momento fue el edificio más alto del complejo AZCA hasta la construcción de la Torre Picasso. La Torre Windsor era una estructura mixta de hormigón y hierro, dividida en 2 piezas por la "planta técnica" intermediay, una planta sin ventanas que alojaba elementos estructurales. Contaba con un núcleo de hormigón armado que contenía los elementos de comunicación vertical, ascensores y escaleras. Grandes vigas de 3,40 m de canto soportaban el peso de las fachadas y forjados, resueltos con secciones más ligeras. Exteriormente destacaba por su elemental geometría, caracterizada en la fachada por la presencia de elementos modulares de alto índice de reflexión de la luz, íntegramente de vidrio. Esta capacidad de reflexión hacia que el edificio redujera su impacto volumétrico. La base del complejo, compuesta por tres plantas, estaba ocupada por locales comerciales. En la zona interior se encontraban los locales de espectáculos sobre la trama peatonal de AZCA, aunque desaparecieron hace años por la ampliación de los almacenes El Corte Inglés. Incendio La torre Windsor ardiendo la mañana del 13 de febrero de 2005 Poco antes de la medianoche del sábado 12 de febrero de 2005 se declaró un incendio en una oficina de la planta 21 del rascacielos que rápidamente se propagó por los pisos superiores y dejó el edificio inservible. Aunque debido a su estructura de hormigón no se derrumbó, su desmantelamiento se llevó a cabo hasta agosto de 2005. En el momento del incendio hacía más de 2 años y medio que el edificio estaba siendo reformado, realizándose las obras con los inquilinos dentro. Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Torre_Windsor ------------------------------------------------------------------------------------------------- ¿QUÉ SACÓ AYER COMPAREX DEL WINDSOR? Si se quería añadir un misterio más al incendio del Windsor, nada mejor que incluir al Ministerio de Defensa y la sonora expresión «documentos reservados» en la coctelera de noticias más o menos creíbles que han sobresaltado a la opinión pública en la última semana. Ayer, la empresa Comparex consiguió un permiso del juzgado encargado del caso Windsor para que su personal, acompañado de la policía, accediera a su oficina de la cuarta planta. El juzgado concedió la licencia porque Comparex quería recuperar «documentos reservados del Ministerio de Defensa» que custodiaba. Como es lógico, la afirmación de que una empresa privada guardaba documentos de Estado en el Windsor suscitó un enorme revuelo. Pero tras escuchar la respuesta ministerial, todo indica que Comparex y el juzgado exageraron al difundir tal idea, organizando un gran revuelo. Según Defensa, no había archivos top secret de ningún tipo, sino nada más que un simple contrato que habilita a Comparex, dedicada a la venta de tecnología, para trabajar con Defensa.Es un contrato que cualquier compañía que se relacione con Defensa debe suscribir y del que, sin duda, se puede pedir duplicado.Es incomprensible que el juzgado permitiera la entrada al Windsor con un argumento tan débil como el de Comparex que, además, extrajo de la caja un objeto mucho mayor del que decía buscar. ¿Qué había en realidad y por qué fue tan generoso el juzgado 28 con una demanda tan increíble? Ese es el misterio. Tomado de http://193.110.128.199/papel/2005/02/25/opinion/1760962_impresora.html ------------------------------------------------------------------------------------------------- DEFENSA SÍ EXIGIÓ, Y POR ESCRITO, RECUPERAR DOCUMENTOS DEL WINDSOR PESE A NEGAR QUE ESTUVIERAN CLASIFICADOS Juan Fernández-Cuesta Laura L. Caro 2-3-2005 09:51:29 MADRID. El Ministerio de Defensa comunicó por escrito el pasado viernes 25 de febrero a la Justicia que la documentación que la empresa tecnológica Comparex España S. A. decía tener en el rascacielos Windsor «carecía de interés» para ellos. Sin embargo, el propio Ministerio de Defensa había remitido tres fechas antes, el día 22, un comunicado a Comparex en el que indicaba a esta compañía que «deberá efectuar las gestiones necesarias ante las Autoridades que correspondan a fin de recuperar, en caso de que así fuese posible, la documentación derivada del Acuerdo de Seguridad con el Ministerio de Defensa», según han confirmado a ABC fuentes oficiales. Tal requerimiento, que aparece reproducido junto a estas líneas, tiene su origen en un primer escrito remitido el 16 de febrero -cuatro días después del incendio- por Comparex al Ministerio, en el que la firma notificaba que tenía en custodia en sus oficinas del rascacielos «documentos del Ministerio de Defensa calificados de «reservados»». Y el 22 de febrero, el jefe de la Unidad de Seguridad Industrial de Defensa contestaba a la empresa con un rotundo «Deberá efectuar las gestiones necesarias a fin de recuperar la documentación». Comunicación con la empresa Tanto la primera carta remitida por Comparex a Defensa el día 16, como la respuesta de este Ministerio emitida seis fechas después, quedaron en poder del juzgado correspondiente, y debieron ser valorados en sus justos términos antes de que la juez diera permiso a los técnicos para entrar en el rascacielos y recuperar los documentos de la caja fuerte ignífuga que poseía la empresa en la cuarta planta del Windsor, lo que sucedió el 24 de febrero. No obstante, ese mismo día 24 el Ministerio aseguraba que «la empresa Comparex únicamente tiene un «Acuerdo de Seguridad», como el que disponen centenares de empresas en España, que le habilita para optar a contratos administrativos». Y al día siguiente, viernes día 25 de febrero, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid también entraba en el asunto. A través de una nota de prensa, defendía el criterio seguido por la juez que investiga el incendio del Windsor y la actuación del Ministerio de Defensa. «Dando por supuesto su buena fe procesal \, puesto que se estaba autorizando la última entrada en el edificio, el Juzgado incluyó en la aclaración del auto que se iba a firmar la autorización para dicha empresa». Asegura, además, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que la representación judicial de la empresa sólo remitió al juzgado correspondiente la carta de Comparex al Ministerio en el que se comunicaba la existencia de esos «documentos reservados», pero -dice el TSJM- que el «letrado obvió» la respuesta que remitió posteriormente Defensa a la empresa. Según las consultas realizadas por este periódico, el juzgado recibió ese mismo día 24 de febrero una copia de la única carta remitida por Defensa a Comparex en la que se solicita la recuperación de los documentos propiedad del Ministerio. Y no hubo más cartas. Eso sí, al día siguiente y una vez rescatados los documentos del rascacielos, Defensa aportó al juzgado una segunda respuesta en la que se aseguraba que la documentación «carecía de interés para este Ministerio». Cabos sueltos Ahora mismo quedan varios cabos sueltos. Por ejemplo, al parecer el Tribunal Superior de Justicia de Madrid desconoce la respuesta del 22 de febrero de Defensa a Comparex en la que se le exige la recuperación de los papeles que están dentro de la caja fuerte. El propio Ministerio cambia de opinión en tres días: de papeles trascendentes a carentes de interés. Y, por último, existe un excesivo contraste entre documentos derivados de «Acuerdos de Seguridad» y «contratos administrativos». Tal y como está la situación, el Ministerio de Defensa reconoció ayer en declaraciones a ABC que existió «una consulta y una respuesta», en referencia al escrito que Comparex dirigió a la Unidad de Seguridad Industrial «preguntando qué hacer con lo que tenía en el Windsor», y a la contestación del 22 de febrero de «recuperar la documentación derivada del «Acuerdo de Seguridad»». No obstante, precisaron que en lo referente al rescate de los papeles del Windsor «no fue, en ningún caso, una instrucción imperativa» que ordenara a Comparex recuperar el material que, -insisten,- «no tiene ningún carácter reservado, sino que se trata únicamente de un «Acuerdo de Seguridad» como tienen decenas de empresas en España». «No son reservados» Según la misma fuente, en ningún caso Comparex habría comunicado al Ministerio que se iba a dirigir al juzgado, y aún menos haciendo «utilización inadecuada del término «documentos reservados», por que no lo son», ni el juzgado «se puso en contacto con Defensa para autorizar la entrada de la empresa al edificio». La Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa (de la que depende la Unidad de Seguridad Industrial) define a través de su página web el «Acuerdo de Seguridad» como un convenio con Defensa que compromete a las empresas contratistas a establecer medidas de seguridad para «garantizar la protección de la documentación y el material» recibido por el Ministerio o elaborado por la propia empresa «que tenga la condición de estar oficialmente clasificados».
Tomado de http://www.abc.es/hemeroteca/historico-02-03-2005/abc/Nacional/ defensa-si-exigio-y-por-escrito-recuperar-documentos-del-windsor-pese-a- negar-que-estuvieran-clasificados_20939252842.html#
------------------------------------------------------------------------------------------------- EL JUEZ ARCHIVA LA CAUSA PENAL DEL INCENDIO DEL WINDSOR PERO DEJA ABIERTA LA VÍA CIVIL JOSÉ ANTONIO HERNÁNDEZ - Madrid - 01/02/2006 El juez que instruye el llamado caso Windsor (el incendio de este céntrico edificio de 28 plantas en la madrugada del 12 de febrero de 2005) archivó ayer la causa en su vertiente penal. El juez entiende que "no existen indicios" de que el fuego fuese "intencionado". La destrucción del Windsor ha provocado cuantiosísimas reclamaciones de los afectados, fundamentalmente empresas. El juez, Mariano Ascandoni, del Juzgado de Instrucción número 28 de Madrid, decreta el archivo porque en ningún lugar del edificio se hallaron "acelerantes de combustión", y tampoco cabe atribuir responsabilidad penal a ninguna persona. El magistrado hace "expresa reserva de acciones civiles" a las partes. De hecho, deja abierta a los damnificados la posibilidad de que acudan a la vía civil para dilucidar allí quién debe hacerse cargo de los daños. Antes de ir a la vía civil, las partes pueden presentar un recurso de reforma ante el mismo juez y, si éste es desestimado, apelar a la Audiencia de Madrid. Si ambos recursos resultan fallidos, entonces podrán acudir a la vía civil. La resolución definitiva de este asunto en la vía civil puede tardar, si se llegara hasta el Tribunal Supremo, entre cinco y siete años, según fuentes jurídicas. El juez entiende que no cabe hacer ningún reproche penal ni a la actuación de los vigilantes de seguridad del edificio ni a los bomberos, y que del resultado de los informes científicos tampoco se puede determinar la causa concreta que originó el incendio. "Únicamente se ha determinado un solo foco primario de fuego, situado en la planta 21, despacho 2109", señala. El auto también exculpa de toda responsabilidad a la trabajadora de la empresa Deloitte que admitió que fumó varios cigarrillos y trabajó hasta poco antes de que sonase la alarma en la misma planta, la 21, en la que se declaró el incendio. "Si bien la empleada admite que durante el periodo de tiempo indicado fumó varios cigarrillos, el último una media hora antes de irse del lugar, afirmó haberlos apagado correctamente", subraya. Por ello, no "concurren indicios para poder establecer un engarce causal entre el consumo de cigarrillos y el origen o propagación del incendio, al no existir base, salvo que se entre en el ámbito de la conjetura, para concluir en sentido contrario". El magistrado exonera igualmente de responsabilidad la actuación de los vigilantes de seguridad. Según Ascandoni, su actuación "se atuvo a los parámetros normales de exigibilidad a tenor de la situación que se produjo". Los peritos de Allianz, la aseguradora del Windsor, habían atribuido a los vigilantes cierta negligencia por no haber puesto los medios para sofocar el fuego en su inicio. Nada más sonar la alarma, un guarda subió a la planta 21 y, a través de los cristales de una puerta, vio una llama de medio metro de altura que salía del suelo, pero no pudo abrir la puerta para apagarla. El juez sostiene que todos los vigilantes actuaron dentro "de los parámetros normales", y entiende que el hecho de que dos de ellos no dispusieran de título oficial carece de relevancia penal.Respecto a la actuación de los bomberos y sus mandos, también cuestionada por los peritos contratados por los dueños del edificio Windsor, el juez destaca que no hay ningún "indicio que permita tildar" su actuación "de no adecuada a efectos penales". Los peritos del Windsor han señalado que los bomberos sólo atacaron por dentro el fuego durante poco más de 10 minutos, hasta que se dio la orden definitiva de evacuación. El juez explica: "El ataque al fuego se llegó a realizar en varias plantas, sin que la orden dada por el jefe de guardia, consistente en que todas las dotaciones actuantes contra el incendio bajaran a la planta cero, para el recuento de efectivos y replanteo de la situación, se repute como no ajustada". Para el juez, la orden de evacuación final del inmueble dada por los mandos de los bomberos se adoptó porque "había un riesgo evidente", dado que antes del desalojo se produjeron "diversos desprendimientos del falso techo sobre diferentes" bomberos, "con serio peligro para la integridad física de alguno de ellos como consecuencia de haber quedado atrapados bajo los materiales". Los mandos temieron que el edificio se derrumbase, y por eso ordenaron su evacuación. Fuentes del Ayuntamiento de Madrid indicaron ayer a Efe que esperaban el archivo del caso Windsor por considerar que "no era posible probar responsabilidad penal alguna [de los bomberos] en el siniestro", y alertaron de las consecuencias que pueden conllevar para los peritos contratados por los dueños del edificio la atribución al Ayuntamiento "de responsabilidad en el siniestro". "Mucho dinero en juego" Responsables municipales auguraron que el asunto terminará en la vía civil, que ésta será "larga", porque "hay mucho dinero en juego" y "la estrategia es buscar que alguien pague". Concretamente la Administración, "los ciudadanos al fin y al cabo", precisaron. El juez también se pronuncia sobre el butrón que apareció en la pared de una de las oficinas situadas en la zona de garajes del Windsor, y que comunica con el interior del edificio a través de los sótanos. Según el juez, "en el informe pericial relativo al origen y causa del incendio se hace constar que se trata de un agujero de pequeño tamaño por el que difícilmente pasa una persona delgada", lo que desbarata que alguien entrase por ahí para quemar el edificio. Asimismo, el juez señala que fueron los bomberos quienes rompieron el candado que apareció roto en una puerta del sótano desde la que también se puede acceder al edificio. El juez se hace eco en su auto del vídeo del edificio en llamas en el que se veían focos de luz y sombras con figuras humanas con posterioridad a que los bomberos evacuasen el edificio. El magistrado descarta que se trata de un reflejo "proveniente del exterior". Y añade: "Aunque se pudiera admitir la posibilidad de la presencia de personas en el interior del edificio [a las 3.31 horas], no existe evidencia alguna de que ello hubiera tenido alguna incidencia en la causación o propagación del fuego". La firma Deloitte, inquilina del edificio, entiende que el archivo del caso desmonta las acusaciones contra sus empleados y confirma la tesis mantenida por la empresa respecto a la inexistencia de responsabilidad penal en ninguno de ellos, "ya que no se ha podido determinar ni el lugar ni la causa [del fuego], considerándose éste como fortuito". Tomado de http://www.elpais.com/articulo/madrid/juez/archiva/causa/penal/incendio/ Windsor/deja/abierta/via/civil/elpepiespmad/20060201elpmad_1/Tes


La novela


1 comentarios:

CumbresBlogrrascosas dijo...
28 de julio de 2009, 15:50

¡Qué ganas de ver todo esto novelado!

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